Brasília, 30 de agosto de 2024 - Luiz Inácio Lula da Silva, ha declarado que no reconoce la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de Venezuela, ni la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que validó dicha victoria. Esta postura de Lula se suma a las crecientes críticas y la desconfianza hacia el proceso electoral venezolano.
La declaración de Lula, emitida durante una entrevista en una radio brasileña, refleja una creciente tensión diplomática y un cuestionamiento directo sobre la legitimidad del proceso electoral en Venezuela.
No reconozco la victoria de Maduro, pero tampoco la de la oposición
afirmó Lula, subrayando que el TSJ no es el organismo adecuado para resolver disputas electorales, una responsabilidad que, según él, debería recaer en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Esta crítica no solo se dirige a la figura de Maduro sino también a la estructura judicial venezolana, percibida por muchos como parcial hacia el gobierno chavista. Lula argumentó que Maduro debería haber seguido el procedimiento legal a través del CNE antes de acudir al TSJ, lo que ha generado una percepción de manipulación electoral.
El rechazo de Lula a reconocer cualquier resultado electoral sin la revisión adecuada por el CNE ha sido interpretado como un apoyo implícito a la oposición venezolana, aunque el presidente brasileño ha sido cuidadoso en no avalar directamente a ningún candidato. Este movimiento podría tener implicaciones significativas en las relaciones diplomáticas entre Brasil y Venezuela, y posiblemente en la política regional de América Latina.
La comunidad internacional, incluyendo la Unión Europea, ha mostrado una posición similar, insistiendo en la necesidad de transparencia y la publicación de actas electorales para validar cualquier resultado.
La decisión de Lula no solo pone en tela de juicio el proceso electoral venezolano sino que también invita a una reflexión sobre la democracia y la justicia en la región, abriendo un debate sobre la intervención de potencias externas en asuntos internos y la legitimidad de las instituciones judiciales bajo regímenes con cuestionada independencia.