Caracas, 30 de agosto de 2024 - Venezuela amaneció sumida en la oscuridad tras un apagón nacional que comenzó alrededor de las 4:40 AM, afectando a Caracas y la mayoría de los 24 estados del país. El gobierno de Nicolás Maduro, en un comunicado a través del Ministro de Comunicación, Freddy Ñañez, ha calificado este evento como un "sabotaje eléctrico", apuntando a opositores y "fuerzas fascistas y de extrema derecha" como responsables de la interrupción masiva del suministro eléctrico.
El apagón ha dejado sin luz a millones de venezolanos, afectando servicios esenciales como el transporte público, comunicaciones celulares, y suministro de agua. El Metro de Caracas, una arteria vital para la movilidad de la ciudad, se vio obligado a suspender su servicio, exacerbando el caos durante la hora pico matutina. Reportes desde Maracaibo indican que algunas zonas han experimentado cortes de hasta 12 horas, reflejando la gravedad y la extensión del colapso del sistema eléctrico.
Desde las primeras horas de la mañana, las redes sociales se han llenado de imágenes y testimonios de ciudadanos frustrados por la falta de información y servicios. "Apagón Nacional en Venezuela", se convirtió rápidamente en tendencia en X, con usuarios compartiendo sus experiencias y críticas hacia el gobierno.
El gobierno de Maduro ha historialmente atribuido estos apagones a actos de sabotaje, una narrativa que ha sido cuestionada por expertos en energía quienes señalan la falta de mantenimiento y la dependencia del país en infraestructuras hidroeléctricas como la causa principal de tales fallos.
A medida que avanza el día, el gobierno ha prometido restaurar el servicio, aunque la falta de transparencia en cuanto a los detalles del "sabotaje" y las medidas para prevenir futuros apagones ha dejado a muchos escépticos. La comunidad internacional observa con preocupación, especialmente considerando la historia de Venezuela con crisis humanitarias y migración forzosa, donde estos eventos energéticos juegan un papel significativo.