Maiquetía, Venezuela - En un operativo de gran envergadura, las autoridades venezolanas lograron desbaratar un ambicioso plan para enviar 3.000 kilos de cocaína desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar hacia Afganistán, resultando en la detención de varios individuos clave de una red internacional de narcotráfico.
El teniente coronel César José Pérez Salas, presidente de Emtrasur, una empresa bajo el Ministerio de Transporte, fue uno de los citados para declarar, aunque no se encuentra detenido. La operación, que involucró a múltiples agencias, también llevó a la captura de Bárbara Gislaine Durán Aldama, presuntamente la encargada de gestionar el pago del flete para el transporte de la droga, y Mario Ricardo Prado Medina, acusado de introducir la cocaína desde Colombia.
Daniel Alfonso Arévalo Chirinos fue identificado por otros detenidos como un participante activo en la logística de la operación. La cocaína, embalada de manera sofisticada con empaques de la empresa Comercializadora Café El Faraón, sugiere un nivel de organización y planificación detallada. El dueño de esta empresa ha sido reportado como fugitivo en Colombia, mientras que sus socios están entre los 13 individuos detenidos inicialmente.
Este caso no solo pone en evidencia la infiltración del narcotráfico en altos niveles del gobierno y la economía venezolana, sino que también destaca la colaboración internacional necesaria para combatir estas redes. Las investigaciones continúan para desentrañar la totalidad de esta red, que no solo afecta a Venezuela sino que tiene ramificaciones globales, extendiéndose hasta Afganistán.
El Ministro de Interior, Justicia y Paz, en una conferencia de prensa, destacó la importancia de este operativo:
Este es un golpe significativo contra el narcotráfico que demuestra nuestra capacidad y compromiso para proteger no solo a Venezuela, sino también a la comunidad internacional de la amenaza de las drogas