El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ha iniciado un peritaje técnico de los resultados electorales del 28 de julio, un proceso que, según observaciones recientes en las redes sociales y declaraciones de expertos, está envuelto en una creciente capa de incertidumbre y opacidad. Este escrutinio, solicitado por el presidente Nicolás Maduro tras las elecciones presidenciales, busca certificar la victoria que le fue otorgada con el 51,2% de los votos según el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Dudas y Certezas en el Peritaje
Las publicaciones en las redes sociales reflejan una comunidad profundamente escéptica respecto al proceso. Se menciona que el TSJ está transcribiendo información de las actas sin validar si estas corresponden al día de las elecciones o si fueron generadas posteriormente. Además, se critica la falta de validación de las bitácoras de totalización por parte del CNE, lo que plantea serias dudas sobre la integridad del proceso electoral.
Ausencia de Transparencia
Uno de los puntos más criticados es la ausencia de auditores opositores y de observación internacional durante el peritaje. Esta falta de supervisión externa ha sido interpretada por muchos como una señal de que el proceso no busca realmente la transparencia, sino la ratificación de un resultado ya decidido. Expertos en el tema electoral han expresado su incapacidad para entender qué se está cotejando exactamente, lo que añade más dudas al proceso.
Reacciones Internacionales y Nacionales
La comunidad internacional, a través de declaraciones como las del Centro Carter, ha señalado la "ausencia de transparencia" en la difusión de los resultados, lo que ha llevado a una desconfianza generalizada. A nivel nacional, la oposición y algunos sectores de la sociedad civil han criticado el procedimiento, argumentando que el TSJ, conocido por su cercanía al gobierno, no puede actuar de manera imparcial en este asunto.
Estos puntos reflejan la división y la desconfianza en torno al proceso electoral en Venezuela, con la comunidad internacional y sectores de la oposición demandando mayor transparencia y un proceso electoral que cumpla con estándares internacionales.